UCE responsabiliza a los intermediarios del incremento
del precio de los alimentos
Miércoles, 26 de
marzo de 2008.
La Unión de
Consumidores de España-UCE responsabiliza a
los intermediarios y a las empresas distribuidoras del incremento del precio de
los alimentos que en el mes de febrero arrojaron una tasa interanual del 7%,
según el Instituto Nacional de Estadística, mientras el coste de los productos
agrícolas en origen se incrementaron un 5,3% en 2007.
Los precios de
las materias primas tienen un efecto muy limitado en el precio final de los
productos (tal y como han confirmado las autoridades europeas) por lo que este
incremento sólo puede explicarse por las prácticas especulativas realizadas por
los distribuidores e intermediarios, que imponen sus condiciones y precios a
los productores, lo que aumenta su dependencia, eliminando además cualquier
beneficio para el consumidor.
Esta situación
solo puede ser producto de un contexto de especulación en el mercado
alimentario, que se ha agudizado después del verano, y se ha reflejado en un
constante perjuicio para el bolsillo de los consumidores españoles. UCE recuerda
que la industria alimentaria lleva décadas aplicando márgenes en la
comercialización de productos que van desde el 100% hasta incluso el 400%.
La Unión de Consumidores
de España considera que es necesaria una
mayor vigilancia por parte de las diferentes administraciones en la evolución
de los precios de los productos básicos, con el fin de evitar prácticas
especulativas o de reparto de los mercados, actualmente en manos de unas pocas
empresas, que no hacen otra cosa que perjudicar al consumidor final.
Con el fin de evitar estos abusos, UCE ha
propuesto la vinculación de la política de consumo al área económica del
Gobierno, y de forma especial a Defensa de la Competencia en un paquete de
medidas denominado “Pacto por los consumidores”. Además, UCE aboga
por el establecimiento de un sistema de trazabilidad de los precios, de modo
que el consumidor pueda conocer el coste del producto en origen y el precio
final.
Ante estos incrementos de los productos
básicos, la Unión
de Consumidores
de España – UCE propone a los
ciudadanos una serie de recomendaciones.
1- Comparar precios. El consumidor español tiene libertad de elección de productos en un
mercado en libre competencia, por este motivo es necesario apelar a esta
capacidad para que el ciudadano ejerza sus derechos comparando productos,
cotejando precios y eligiendo aquellos productos y servicios que, en las mismas
condiciones de calidad, se ofrezcan a un menor precio. Este ejercicio de la
libertad de elección es imprescindible para el funcionamiento del mercado en
unas condiciones de competencia real. Si el consumidor elige los productos más
económicos se activa la competencia entre empresas, con los beneficios que esto
tiene para los consumidores. La correcta comparación y elección de productos
puede suponer en el bolsillo del consumidor un ahorro de hasta el 30% en sus compras
diarias.
2- Elegir marcas blancas. En los últimos
años, las grandes superficies han puesto
a la venta en sus establecimientos productos de “marca blanca”, es decir,
asociados a la cadena distribuidora. Estos productos tienen una serie de
ventajas para el consumidor. Además de su menor precio, normalmente son
elaborados por importantes marcas comerciales que los producen y envasan en
similares condiciones de calidad, pero siempre bajo la marca creada por el
establecimiento al efecto. Es importante que el consumidor lea atentamente el
etiquetado de los productos de marca blanca para comparar sus ingredientes,
composición, y en definitiva, su calidad, con los productos de otras marcas. En
cualquier caso, este tipo de productos suelen generar un alto nivel de
satisfacción en el consumidor por su relación calidad precio. La elección de
productos de “marca blanca” frente a los “tradicionales” puede suponer un
ahorro de hasta el 30% en las compras de los consumidores.